Érase una vez una rana que se acercó a la orilla. Hola -dijo un escorpión, ¿me llevas a la charca? No, no que me clavarás el aguijón y me matarás. Vamos, no seas tonta si te clavo el aguijón me ahogaré yo también, es verdad te llevaré. Y¡zas !el escorpión le clavó el aguijón.
¿Porqué me haces esto? Lo siento, lo siento mucho pero no se hacer otra cosa. Y así la rana y el escorpión se ahogaron.
viernes, 4 de diciembre de 2009
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